Los cálculos renales son cristales como rocas duras de diferentes tamaños y formas. Pueden variar en tamaño, pueden ser tan pequeños como un grano de arena o un poco más grandes. Los cálculos filosos e irregulares viajan a través del tubo delgado (uréter) que conduce del riñón a la vejiga y de la vejiga a la uretra, siguiendo la ruta por la cual la orina es expulsada del cuerpo.
Aunque los cálculos pequeños pueden pasar desapercibidos, un cálculo más grande puede provocar el peor dolor que los seres humanos experimentan. La mayoría de los cálculos renales están compuestos de calcio y ácido oxálico, substancias presentes en la orina que pueden cristalizarse dentro de los riñones.
Aunque estos químicos existen en la orina de todos, generalmente nuestra bioquímica natural es capaz de impedir que se cristalicen. Sin embargo, algunas veces estos métodos de protección fracasan y se desarrolla un cálculo. De manera menos común, los cálculos renales pueden formarse a partir del calcio y del fosfato, de otra substancia llamada estruvita (generalmente como resultado de una infección) o, raras veces, del ácido úrico o cistina.
Se desconoce la razón por la cual ciertas personas desarrollan cálculos renales y otras no. Sin embargo, una vez que ha padecido de un cálculo renal, es bastante probable que desarrolle otro.
El consumo bajo de líquidos aumenta enormemente el riesgo de desarrollar prácticamente todo tipo de cálculos.Por esta razón, con frecuencia se les aconseja a los individuos con riesgo de desarrollar cálculos que aumenten su consumo de líquidos. Sin embargo, mientras existe evidencia de que los líquidos como el café, el té, la cerveza y el vino pueden disminuir el riesgo de desarrollar cálculos renales, el jugo de manzana y el jugo de toronja parecen tener el efecto opuesto.
Los altos consumos de sodio y proteínas (particularmente las proteínas animales) también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio, aunque ciertos estudios han encontrado que las proteínas no presentan dicho efecto.
Los alimentos ricos en oxalato tales como la espinaca y el cacao también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio. La evidencia indirecta sugiere que el uso regular de tabletas de arándano agrio concentrado también podrían aumentar el riesgo de cálculos renales.
Además, la vitamina D afecta los niveles de calcio en el cuerpo y se ha sabido que el uso prolongado de dosis extremadamente excesivas de vitamina D causa cálculos renales. Sin embargo, de manera extraña, los alimentos altos en calcio no parecen aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio (vea Otros Tratamientos Propuestos para los Cálculos Renales más adelante).
El tratamiento convencional para los cálculos renales varía dependiendo de los síntomas, así como de la ubicación y de la composición química de los cálculos. Para aquellos que sacan un cálculo espontáneamente, los tratamientos principales son los analgésicos y los líquidos.
La composición química de los cálculos pasados pueden ser analizados para determinar su causa. Otros cálculos pueden ser detectados de manera temprana, cuando todavía se encuentran en el riñón.
El tratamiento depende de su ubicación y síntomas. Aquellos que causan problemas pueden ser tratados con "litotricia extracorpórea por onda de shock," una técnica que puede romper estos cálculos desde el exterior del cuerpo, permitiéndoles salir más fácilmente. Sin embargo, ocasionalmente, la cirugía puede ser necesaria.
Con frecuencia los cálculos "silenciosos", o aquellos que no causan síntomas, son tratados con medidas preventivas solas. Estos métodos incluyen aumentar los líquidos, modificar la dieta y consumir medicamentos o suplementos que alteren la química de la orina.
Plantas medicinales: Bolsa de pastor, pareira, agracejo y cola de caballo.
Preparación: Una parte de cada y doble de cola de caballo. Mezclar. Una cucharada sopera por taza en infusión. Posología: Dos tazas al día, mañana y noche.
Plantas medicinales: romero, brezo, tormentila y gayuba.
Preparación: A partes iguales. Una cucharada sopera por taza en infusión.
Posología: dos tazas al día.
Fitoterapia
Decocción de Eupatorio purpurea (Eupatorio purpurea).
Prepare una decocción con 20g de hierba en 600ml de agua. Tome 3 tazas al día o bien 1 cucharadita tres veces al día de la tintura, disuelta en medio vaso de agua o zumo. Actúa como diurético y sedante.
Infusión de enebro funciona como un potente antiséptico y como diurético urinario. Ponga en una taza de agua hirviendo una cucharadita de Enebro (Juniperus communis L.). Déjelo reposar durante 5 minutos y después cuélelo. Tómese 2-3 tazas al día.
La tisana de parietaria le resultará muy útil contra el dolor al orinar. Tiene propiedades diuréticas y emolientes. Ponga 30g de Parietaria (Parietaria officinalis L.) en 1/2 litro de agua hirviendo. Déjelo reposar 20 minutos.
Cuélelo y tome 3 tazas al día. Tisana de Diente de león, Uva ursi y Estigmas de maíz. Ponga 30g de la mezcla de las plantas Diente de león (Taraxacum officinale W.), Maíz (Zea mays L.) y Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi S.) en un cazo con agua. Hiérvalo durante 10 minutos y déjelo reposar. Filtre la infusión. Tome de 2 a 3 tazas diarias.
Tisana antilitiásica: Cola de caballo (Equisetum arvense L.) 20g; Rabo de gato (Sideritis tragoriganum Lag.) 20g; Rubia (Rubia tinctorum L.) 10g; Anís verde (Pimpinella anisum L.) 20g. Ponga 10g de las plantas mezcladas en 200ml de agua hirviendo. Déjelo reposar 5 minutos. Cuélelo y tome de 3 a 4 tazas al día.
Ponga mucho perejil y albahaca en las comidas y así podrá beneficiarse de su efecto diurético.
Infusión rompepiedras. Ponga un puñado de hojas secas de Brezo (Erica cinerea L.) y un puñado de Malva (Malva sylvestris L.) en medio litro de agua. Hierva a fuego lento. Déjelo reposar 10 minutos. y después cuele la infusión. Este remedio le ayudará a disolver las piedras o la arenilla formadas en el riñón, y le resultará muy adecuado para prevenir los cólicos nefríticos.
A tener en cuenta: Beba 1.5-3 litros de agua al día (preferiblemente agua destilada antes que mineral).Beba 1-2 vasos de agua cada hora. También puedes tomar zumo de arándanos.
Coma a menudo apio ya que actúan como diuréticos y limpiadores naturales. Tómelos crudos, cocidos o en zumo.
Reduzca su ingesta de potasio y fosfatos. No utilice sal ni cloruro potásico, ni sustitutos de sal de mesa.
Evite tomar dieta rica en proteínas.
No coma azúcares refinados ni productos que los contengan.
Minimice su consumo de productos lácteos y de suplementos de calcio.
Precaución: agentes químicos en los alimentos, en las medicinas y el agua del grifo tienen un efecto perjudicial para los riñones. Utilice agua mineral para tomar y para cocinar.
Beba un zumo de limón exprimido cada mañana.
Procure estar activo. El ejercicio puede ayudarle a disolver las piedras del riñón. El ejercicio corporal es muy bueno. Realízelo 2-3 veces por semana.
Fuente: Comodejar Healthlibrar Ecoaldea
Aunque los cálculos pequeños pueden pasar desapercibidos, un cálculo más grande puede provocar el peor dolor que los seres humanos experimentan. La mayoría de los cálculos renales están compuestos de calcio y ácido oxálico, substancias presentes en la orina que pueden cristalizarse dentro de los riñones.
Aunque estos químicos existen en la orina de todos, generalmente nuestra bioquímica natural es capaz de impedir que se cristalicen. Sin embargo, algunas veces estos métodos de protección fracasan y se desarrolla un cálculo. De manera menos común, los cálculos renales pueden formarse a partir del calcio y del fosfato, de otra substancia llamada estruvita (generalmente como resultado de una infección) o, raras veces, del ácido úrico o cistina.
El consumo bajo de líquidos aumenta enormemente el riesgo de desarrollar prácticamente todo tipo de cálculos.Por esta razón, con frecuencia se les aconseja a los individuos con riesgo de desarrollar cálculos que aumenten su consumo de líquidos. Sin embargo, mientras existe evidencia de que los líquidos como el café, el té, la cerveza y el vino pueden disminuir el riesgo de desarrollar cálculos renales, el jugo de manzana y el jugo de toronja parecen tener el efecto opuesto.
Los altos consumos de sodio y proteínas (particularmente las proteínas animales) también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio, aunque ciertos estudios han encontrado que las proteínas no presentan dicho efecto.
Los alimentos ricos en oxalato tales como la espinaca y el cacao también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio. La evidencia indirecta sugiere que el uso regular de tabletas de arándano agrio concentrado también podrían aumentar el riesgo de cálculos renales.
Además, la vitamina D afecta los niveles de calcio en el cuerpo y se ha sabido que el uso prolongado de dosis extremadamente excesivas de vitamina D causa cálculos renales. Sin embargo, de manera extraña, los alimentos altos en calcio no parecen aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio (vea Otros Tratamientos Propuestos para los Cálculos Renales más adelante).
El tratamiento convencional para los cálculos renales varía dependiendo de los síntomas, así como de la ubicación y de la composición química de los cálculos. Para aquellos que sacan un cálculo espontáneamente, los tratamientos principales son los analgésicos y los líquidos.
La composición química de los cálculos pasados pueden ser analizados para determinar su causa. Otros cálculos pueden ser detectados de manera temprana, cuando todavía se encuentran en el riñón.
El tratamiento depende de su ubicación y síntomas. Aquellos que causan problemas pueden ser tratados con "litotricia extracorpórea por onda de shock," una técnica que puede romper estos cálculos desde el exterior del cuerpo, permitiéndoles salir más fácilmente. Sin embargo, ocasionalmente, la cirugía puede ser necesaria.
Con frecuencia los cálculos "silenciosos", o aquellos que no causan síntomas, son tratados con medidas preventivas solas. Estos métodos incluyen aumentar los líquidos, modificar la dieta y consumir medicamentos o suplementos que alteren la química de la orina.
Plantas medicinales: Bolsa de pastor, pareira, agracejo y cola de caballo.
Preparación: Una parte de cada y doble de cola de caballo. Mezclar. Una cucharada sopera por taza en infusión. Posología: Dos tazas al día, mañana y noche.
Plantas medicinales: romero, brezo, tormentila y gayuba.
Preparación: A partes iguales. Una cucharada sopera por taza en infusión.
Posología: dos tazas al día.
Fitoterapia
Decocción de Eupatorio purpurea (Eupatorio purpurea).
Prepare una decocción con 20g de hierba en 600ml de agua. Tome 3 tazas al día o bien 1 cucharadita tres veces al día de la tintura, disuelta en medio vaso de agua o zumo. Actúa como diurético y sedante.
Infusión de enebro funciona como un potente antiséptico y como diurético urinario. Ponga en una taza de agua hirviendo una cucharadita de Enebro (Juniperus communis L.). Déjelo reposar durante 5 minutos y después cuélelo. Tómese 2-3 tazas al día.
La tisana de parietaria le resultará muy útil contra el dolor al orinar. Tiene propiedades diuréticas y emolientes. Ponga 30g de Parietaria (Parietaria officinalis L.) en 1/2 litro de agua hirviendo. Déjelo reposar 20 minutos.
Cuélelo y tome 3 tazas al día. Tisana de Diente de león, Uva ursi y Estigmas de maíz. Ponga 30g de la mezcla de las plantas Diente de león (Taraxacum officinale W.), Maíz (Zea mays L.) y Gayuba (Arctostaphylos uva-ursi S.) en un cazo con agua. Hiérvalo durante 10 minutos y déjelo reposar. Filtre la infusión. Tome de 2 a 3 tazas diarias.
Tisana antilitiásica: Cola de caballo (Equisetum arvense L.) 20g; Rabo de gato (Sideritis tragoriganum Lag.) 20g; Rubia (Rubia tinctorum L.) 10g; Anís verde (Pimpinella anisum L.) 20g. Ponga 10g de las plantas mezcladas en 200ml de agua hirviendo. Déjelo reposar 5 minutos. Cuélelo y tome de 3 a 4 tazas al día.
Ponga mucho perejil y albahaca en las comidas y así podrá beneficiarse de su efecto diurético.
Infusión rompepiedras. Ponga un puñado de hojas secas de Brezo (Erica cinerea L.) y un puñado de Malva (Malva sylvestris L.) en medio litro de agua. Hierva a fuego lento. Déjelo reposar 10 minutos. y después cuele la infusión. Este remedio le ayudará a disolver las piedras o la arenilla formadas en el riñón, y le resultará muy adecuado para prevenir los cólicos nefríticos.
A tener en cuenta: Beba 1.5-3 litros de agua al día (preferiblemente agua destilada antes que mineral).Beba 1-2 vasos de agua cada hora. También puedes tomar zumo de arándanos.
Coma a menudo apio ya que actúan como diuréticos y limpiadores naturales. Tómelos crudos, cocidos o en zumo.
Reduzca su ingesta de potasio y fosfatos. No utilice sal ni cloruro potásico, ni sustitutos de sal de mesa.
Evite tomar dieta rica en proteínas.
No coma azúcares refinados ni productos que los contengan.
Minimice su consumo de productos lácteos y de suplementos de calcio.
Precaución: agentes químicos en los alimentos, en las medicinas y el agua del grifo tienen un efecto perjudicial para los riñones. Utilice agua mineral para tomar y para cocinar.
Beba un zumo de limón exprimido cada mañana.
Procure estar activo. El ejercicio puede ayudarle a disolver las piedras del riñón. El ejercicio corporal es muy bueno. Realízelo 2-3 veces por semana.
Fuente: Comodejar Healthlibrar Ecoaldea