TALALGIA (ESPOLÓN CALCÁNEO, FASCITIS PLANTAR)
Hay muchas causas potenciales de dolor en el área del talón, pero la
gran mayoría de casos se deben a la irritación de la inserción de un
tejido fuerte (fascia plantar) en el hueso del talón (calcáneo).
Este
tejido soporta el arco del pie y cuando su inserción de inflama, puede
desarrollarse una condición crónica, dolorosa e invalidante. Este
síndrome, denominado fascitis plantar, constituye una de las causas más
frecuentes de dolor en el pie.
SÍNTOMAS
El síntoma primario de la fascitis plantar es el dolor localizado
específicamente en el área de carga de peso del talón. Comúnmente es más
severo durante los primeros pasos al levantarse de la cama, disminuye
en cierta medida con la actividad por la distensión de la fascia, y
reaparece de nuevo tras un periodo de descanso.
Rara vez hay inflamación
visible, enrojecimiento, u otros cambios aparentes en la piel. Es
frecuente entre personas que practican deportes, individuos con
sobrepeso, personas con arco elevado o pie plano, y a menudo son mujeres
con pies largos y estrechos.
ANATOMÍA
La fascia plantar es un tejido fibroso grueso y tenso
situado en la
planta del pie que se inserta en el hueso del talón y se despliega hacia
delante para anclarse en la base de los dedos.
Su sobrecarga puede
provocar desgarros en su inserción posterior con inflamación de los
tejidos que la rodean incluyendo el hueso.
Esto puede originar la
aparición de un "espolón", que aparece en aproximadamente el 50% de los casos.
El espolón es un fenómeno secundario y no el origen del dolor.
TRATAMIENTO
Reposo: Utilice el dolor como guía. Disminuya su actividad o ejercicio.
Hielo: El masaje con hielo, preferiblemente un
par de veces al día o al menos una vez al final del día. Se puede llenar
una pequeña botella de plástico con agua y congelarla. Hacer rodar el
talón y el arco del pie sobre la botella durante unos 20 minutos
proporciona masaje, estiramiento y frío.
Fisioterapia: La fisioterapia puede ser útil,
pero por su coste y gasto de tiempo, se emplea generalmente cuando han
fracasado otros métodos de tratamiento. El objetivo inicial de la
terapia física es disminuir la inflamación. Más tarde, se pueden
potenciar los pequeños músculos del pie para que presten soporte a la
fascia plantar debilitada.
Taloneras: Existe una gran variedad de almohadillas para el talón o taloneras, y generalmente son útiles.
Ortesis (soportes del arco): Las ortesis
rígidas, particularmente duras y caras están rara vez indicadas. Los
soportes blandos, con una almohadilla en el talón son los más eficaces y
baratos. Están especialmente indicados en individuos con pie plano o
con pronación del antepié.
Calzado: Los calzados con tacón blando y amplio, y
con suela relativamente rígida proporcionan la máxima comodidad y
protección. El calzado deportivo es recomendable.
Esparadrapo: La aplicación de tiras de
esparadrapo en toda la longitud de la fascia plantar puede ser muy
eficaz, especialmente para el dolor agudo y la actividad deportiva. Al
principio debe aplicarse a diario.
Férulas nocturnas: Las férulas nocturnas
mantienen el pie extendido a nivel del tobillo, y son un método eficaz
de tratamiento. Algunas férulas son bastante caras, pero hay
alternativas en fibra de vidrio a un precio razonable.
Yesos: En casos extremadamente agudos o
resistentes, la colocación de un yeso de marcha corto durante tres a
seis semanas aliviará y ocasionalmente solucionará el problema.
Fármacos: Los analgésicos antiinflamatorios
orales proporcionan alivio a muchos pacientes. Las inyecciones de
corticoides y anestésicos locales pueden ser muy eficaces en casos
resistentes. Deben ser administradas por un médico experimentado en esta
técnica.
Cirugía: Rara vez está indicada. Sin embargo,
tras 6 a 12 meses de tratamiento conservador, una liberación quirúrgica
parcial de la fascia plantar puede estar indicada. La recuperación tras
la intervención generalmente es lenta, a menudo no produce una curación
completa, y tiene algunas complicaciones potenciales.
Ejercicios: Los ejercicios de estiramiento de la fascia
plantar y del tendón de Aquiles y músculos de la pantorrilla son
beneficiosos en la mayoría de los casos, y especialmente en gente con
tendones de Aquiles tensos que parecen especialmente susceptibles a esta
condición.
Algunos ejercicios recomendables son los siguientes:
Ejercicio con toalla
Coloque una toalla en frente de usted. Con los dedos del pie afecto
intente traer la toalla hacia usted. Aumente la resistencia con un peso
en el extremo de la toalla. Haga varias repeticiones con descansos entre
ellas.
Masajes con la pierna opuesta
Mueva su pie doloroso lentamente arriba y abajo sobre la espinilla de la otra pierna, tratando de rodearla con los dedos.
Estiramientos
Ponerse a cierta distancia de una mesa apoyando las manos sobre la
misma, flexionando una rodilla y con la otra estirada. Lentamente
inclínese hacia la mesa, presionando hacia delante hasta que sienta una
tensión moderada en los músculos de la pantorrilla de la pierna
estirada. Mantenga esta posición durante 15 segundos. Con ambos talones
en el suelo, doble la rodilla de la pierna recta hasta sentir una
tensión moderada en el tendón de Aquiles y mantenga esta posición otros
15 segundos.
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